Está y no está.
Parece una esperanza pintada de negro.
Quiero y quiebro a la vez.
Parece una decepción sin terminar,
como una noche romántica sin velas.
No sé siquiera si sufrir o dejar que vuela.
Vale la pena este amor?
Aparece una fuerza de fuego que me invita a tirarme hacia abajo.
Pero qué hay? No veo nada, ni siquiera azul cielo.
Por qué esa fuerza?
Porque la quiero.
Pero cómo responder a este deseo
si veo y no veo,
si no sé que hay debajo
si incluso igual me estoy engañando
dibujando este bello acantilado transparente.
O quizás sólo desaparece, ella translúcida,
por miedo a su ser no visto.
Frágil, inocente, aventurero y explorador como su hijo
se pelea con su fuerte madre.
Y así, opaca y transparente, diluye ella,
como el vinagre que escuece ahora mismo,
y tanto, en mi pecho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario