martes, 17 de julio de 2018

Fisolosfadas con María.




(Lo siento María, por hacerlo "público", pero me gustaría poder recordar y leer si me apetece en un tiempo estas"fiosofadas" que tenemos ;))


Tía, y no se me ocurre otro apelativo más cariñoso y vallecano para empezar, llevo tantas semanas queriendo escribirte que he terminado recopilando las ideas en mi cabeza y las he ordando en una hoja de papel antes que nada.

Por algún motivo tengo la sensación de que escribir un privado por FB es pobre para lo que quiero expresar, y que preferiría tener la opción de enviarte una carta con sus sellos y viaje por Europa, con faltas de ortografía y mi personal ortografía que tiende a tumbarse serpenteando por el espacio libre.

Antes de entrar en materia, aunque en este punto de redacción tengo mis dudas sobre si seré capaz de anotar y desarrollar todo lo que me gustaría compartir contigo, dejo un par de canciones que acompañen la lectura si quieres. Estoy segura de que no es la primera vez que las escuchas; seguramente tampoco sea la primera ocasión que alguien las comparte contigo, pero no puedo evitar asociarlas a ambas charlando en un espacio temporal idílico con una caña delante (me pregunto,¿te sigue gustando la cerveza?).

Sí, de hecho ayer me tomé una clara y una cerveza rubia, o „hell“ como dicen aquí, pero te admito que ahora tomo cerveza a modo de excepción: me he vuelto demasiado sana. 
Y te aprovecho para contar, ya que me has preguntado cómo me va, por qué hice esta excepción, y es que ayer estuve en Linz, una ciudad de unos tres mil habitantes a1 50 km de Viena, para conocer a una chica muy interesante de Barcelona, bailarina, y estuve todo el día y la noche con ella, también filosofando, descubriendo cosas en común y tomándonos estas dos cervezas a la orilla del Danubio. 




Si tengo que empezar por algún sitio empezaré por "Los hermosos años del castigo", de Jaeggy Fleur.
No sé si alguna vez te confesé mi aversión por las bibliotecas. Bueno, más que por el edificio y su función, por su contenido. Libros manoseados por gente desconocida a saber en qué sitios y situaciones.
Reconozco que es una neura personal, así que hace unos meses me propuse por necesidad (mi habitación no da más de sí para almacenar libros), superarla. Uno de los primeros libros que cogí, despoués de asegurarme felizmente de que no se lo habían llevado más de cinco personas antes de mí, es con el que comienzo mi disgresión y con el que se desató mi ansia por escribirte con más que connivencias sociales que no salieran de los tópicos.

por qué cinco? 

Al final el libro termina siendo una alusión a que la inocencia es una invención moderna y a que la sensibilidad natural de las personas marca la relación con el entorno. En un inicio del libro se habla de un escritor que calló muerto dando un paseo cerca del entorno del internado suizo donde transcurre la novela. No sé, pero empezando así ya se han ganado mi atención. Pero a lo que voy, terminé emocionada pensando en mi relación con las personas y viendo mi sensibilidad como subjetivo y, por tanto, mediocre. ¿Será porque solo aquellas nociones que envuelven un todo se salen de la norma? Para mí ¿Las ideas universales, humanistas, son más puras y potentes que otras? El conocimiento de la muerte, la enfermedad, la vida, la depresión, la soledad, la felicidad, la luz, la compañía, incluso del cariño o el amor, ¿nos hacen diferenciarnos personalmente?
Mi sensación es que nadie puede tener una comprensión pura de los temas universales, puesto que estamos contaminados por todo tipo de señales, ecosistemas y seres. Así, que todos somos personas neutrales para el conjunto.

A mí me gusta entender la sensibilidad como la capacidad de "importar", por decirlo en plan técnico, los impulsos de fuera. Sólo así surge un intercambio, una especie de comunicación  entre los estímulos externos e internos que nos mueven y conmueven. Y esta sensibilidad no es trivial, creo; por lo menos en mí caso he tenido que trabajarla y por tanto no me parece algo mediocre. 

Deberíamos definir lo que es un todo, antes de nada. Lo que me parece que quieres decir es que sólo aquello que se puede idealizar adquiere una forma conceptual, y por consiguiente tiene valor y poder cognitivo. Eso implica, que lo que nosotros somos capaces de interiorizar y aprender es lo que  al final nos hace como personas. Pues fíjate, pienso que no. Y vuelvo al tema de la sensibilidad para defender mi idea, y es que somos mucho más de lo que pensamos o creemos ser o conocer, y nuestra inconsciencia, espontaneidad y el conjunto de sentimientos y sensaciones que no están envueltas por nada y que incluso son fugaces quizás (ya hablamos sobre esto hace unos años),  son, sobre todo, para mí las que nos definen como auténticos.
Opino y siento lo mismo. Pero qué es puro? puro es verdadero? si es así, yo te digo, me tomo la vida como algo relativo. La verdad no existe, es algo que cambia desde el punto de vista en el que la examines, por eso también para mí la idea de conjunto tampoco tiene ningún peso y esta neutralidad de la que hablas tampoco habría que tomarla en serio. En realidad es todo caos y egoísmo, y aunque estemos sometidos a reglas sociales, al final, cada uno hace lo que le da la gana.

Con esto he querido desarmar la idea de „conjunto“, de „conocimiento“ y de definición de ideas, pero vamos, no sé si lo he conseguido.

Y aún así, por qué me gusta recrearme en mi soledad. En pasear, pensar y saber que respondo a estímulos, que me duele la cabeza y que me emociono. Por qué agradezco ser un ser social y de vez en cuando compartir con aquellas personas que me rodean aunque sea algo de tiempo o una mirada. ¿Sientes tú alguna vez que no hay nada seguro y que te mueves en una especia de nebulosa cenagosa que no te deja marchar pero a la que te has acostumbrado y de la que sacas provecho? Se obtienen cosas positivas a título individual pero no un desarrollo elemental. 

Por qué te gusta dejarte llevar? por qué te gusta sentirte débil?  o me atrevo a decir, por qué te gusta dejarte vivir?

No. Por supuesto que no hay nada seguro, pero es que hay que quitarse esa fijación por agarrarse. Lo único que vale, lo único que importa, María, es que te sepas escuchar y hagas lo que te apetezca, es decir, que hagas lo que consideres que te puede aportar y hacer feliz. No hay nada seguro en la vida, y este círculo nebuloso en el que te mueves,  tampoco es seguro. No hay nada peor que el conformismo y el miedo. (Perdón, he sido quizás un poco violenta).

Aunque no sienta lo mismo que tú, me gustaría compartir algo que me sacude y de hecho me horripila de vez en cuando. Bueno, tú me conoces y sabes que soy ambiciosa. Por eso creo que soy alguien que me muevo hacia adelante, siempre en una dirección y hacia un objetivo. Pero por otro lado,  cuando esta ambición y aferramiento por luchar se hace más fuerte y estoy justo a punto de conseguirlo,  me surge a veces la pregunta de Y para qué?  y es ahí cuando se me cae el mundo. Pienso que me estoy moviendo por un camino inventado y centrado en mí y solitario. Me entra el vértigo de pensar que nuestros pasos son pintadas con boli de neón, que todo aparece y desaparece, que nunca llegaremos a lo que queremos, porque somos quizás siempre búsqueda; que todo lo que tengo, es nada. De que todo a lo que pertenezco, mis grupos de amigos, mi apartamento, mi vida, mi casa, no es nada. Ese para qué? me mata, te lo juro. Pero sabes? cuando me pasa eso, salgo a correr, y escucho a los pájaros y el sonido de mis pies cuajar con las hojas rotas del camino. Entonces me entra una sonrisa, de verdad, porque siento que no estoy sola, que vivo en el mundo, y el mundo, vive conmigo :) 


Será que todos somos materias y nos engañamos con temas espirituales que creemos trasncendentales. No sé.

Somos más sentimiento que razón, me gusta pensar :)

Supongo que todas estas ideas vienen de mi situación personal, que no es mala, pero me parece sosa en ocasiones. Busco trabajo, y si encuentro en Castellón me iré a vivir con mi novio, que es de allí. Lo cierto es que aunque hace unos meses era una idea que desechaba por completo poco a poco me ha conquistado. Me apetece porque salgo de casa, hay un cambio y porque es un paso que quiero dar en mi relación. Pero de alguna forma tengo una sensación de vacío que me dice que eso es todo. Compromiso, espera y a tocar teja mientras pasa el tiempo. Y es aquí cuando caigo en melodramas y negatividad, etc.

Me parece que es una muy buena oportunidad! y que no hay que pensar en lo de después. No hay que tomar nada predefinido, quién sabe Maria. Piensas que eso es todo.  De verdad? Para empezar, nunca vas a saber cómo va a ser hasta que no lo vivas; eso quiere decir que a lo mejor, tu idea predefinida de "compromiso, espera y tocar teja mientras pasa el tiempo", no ocurra en realidad para nada. Eso de „eso es todo“ entonces pierde su peso por completo. O puede pasar que ese „todo“, sea lo que te haga feliz, y que lo disfrutes día a día mientras te haces vieja.Y pienso también, que las oportunidades hay que aprovecharlas (También hay que saber decir que no, y sentir cuando algo es para tí o no, y cuando es el buen momento para ese cambio o no), pero me parece que en tu caso, un cambio es bueno.


La verdad es que no sé cómo me aguantabas en esos paseos y cañas 😅. Yo siempre te recuerdo muy positiva, y lo que me ha aportado conocerte siempre ha sido muy positivo.

Me lo pasaba muy bien contigo y lo me lo sigo pasando bien escribiendo sobre estas cosas :)

Pero eso, que no sé qué pintamos a veces caminando por este mundo, Pili. O bueno, no sé qué tipo de angutia vital y desazón y desidia me entra cuando me veo reflejada en un espejo, o novela, o lago XD. Menos mal que solo es algunas mañanas!!

Pues eso me recuerda a lo que te he escrito unas parrafadas más arriba ;)

Bah, al final me ha quedado todo muy pesimista...no era mi intención. Yo quería aprovechar para hablarte de mí mientras preguntaba por tí y te planteba algún dilema medianamente inteligente pero de un modo algo pedante y sobrado.  Y la de cosas que se me habrán olvidado comentarte y que tenía anotadas en algún recóndito sitio de mi cabeza...😑

Eso sí, te recomiendo el libro. Lo cierto es que estuve pensando en tí bastante mientras lo leía, y muchas de las ideas que se me iban pasando por la cabeza las comentaba contigo en mi cabeza. 

Por qué pensaste en mí mientras lo leías? 
Vale, me quedan 40 páginas para acabarme un libro y tengo La insoportable levedad del ser de Milan Kundera por leer, otra vez, pero esta vez en alemán. Pero creo que voy a empezar por este otro antes de meterme con Milan Kundera. Gracias por tus recomendaciones y por los links también de misica, me encanta conocer cosas nuevas.

¿Qué tal estás tú? Sé que es una pregunta muy general, pero incluye todo aquello que quieras compartir conmigo, desde estado físico a situación laboral o la última vez que te probaste unos zapatos que te iban pequeños.

Pues yo, estoy bien, gracias, sí tengo que contarte, pero creo que quizás se hará demasiado pesado el texto si te respondo ahora. Lo dejo para otro rato, espero no tardar!  Sólo me gustaría contarte una historia que me ha recordado lo que has dicho de los zapatos pequeños y que creo que cuadra muy bien con sobre lo que he estado escribiendo.

Este era un señor que fue a una zapatería y pidió unos zapatos dos números más pequeños que el suyo. El vendedor preguntó si era un regalo, y él respondió: no, son para mí, y me los llevo puestos. De la zapatería fue caminando al trabajo, y en el trabajo, aguantó su jornada de 8 horas sin quitarse ni aflojarse los zapatos ni un minuto.  Sólo cuando llegó a casa, se postró en el sofá y encendió la televisión, decidió ser hora de cambiar a las zapatillas de andar por casa. Y esta jugada se repitió día a día durante esta fase suya de la vida, donde el placer, para él, era ese: quitarse los zapatos. Conclusión: conformismo no!

Lo leí en „Recuentos para Demián“, De Jorge Bucay.

Ps.: me gustaría también pedir perdón si el tono de lo que he escrito es un poco „sabidillo“, sólo he querido defender mi opinión, que al final es sólo una opinión y subjetiva. Yo así es como veo la vida y así es como vivo, pero no quiere decir que para todos funcione o que sea.

Te dejo otras dos canciones a modo de despedida. Una curiosa, aunque no tiene mucho, y otra con garra y una línea de bajo que te pasas 😉

Me gustan mucho las dos!

Un abrazo tía ^^







No hay comentarios:

Publicar un comentario