martes, 5 de junio de 2012

Improvisando.


Verbo extraodinario, inhabitual.
Verbo que parece prohibido,
que incumple,
que descuadra al mundo.

Improvisando.
Es malvado y pícaro,
es un condicional, es un reto.
Es dejar que pase,
es lo que no te atreves,
es desprenderse, abrir, dejar ir.
Es aceptarse.

Es escribir rápido, no revisra.
Es soltar, escupir, vomitar.
Descolocar. Es caos, es desorden.

Improvisando, es un estado.
Es como es, tal y como es.
Es naturaleza, es como tiene que ser,
es imperfección, es no enmascarar.
Contrario a preparado, es no tratar.
Es pureza, y a la vez asquedad,
es el polvo que nunca saldrá.


Improvisando.
Si somos improvisando seguramente haremos daño.
Seremos polvo, torbellino, huracán.
Seremos deseo y luego acción.
Y acción.
Y más acción.
Sólo deseo, ambición.
Y nos dará bastante igual lo que esté ocurriendo,
porque seremos irresponsables,
crudos y bruscos movimientos.

Seremos engaño.
Deformados capaces de deformar.
Poderosos, egoístas, criados
de nuestra propia voluntad.
Caprichosa ella, inconsciente.

Seremos lo que queramos que sea, al fin y al cabo.

Improvisando.




lunes, 4 de junio de 2012

mu.

Cada uno de nosotros somos un vacío, somos nada, porque todo lo que poseemos no es nuestro, lo recibimos de otro. Mi cuerpo, mi cara, mis palabras, mi propio acento, vienen de mis propios padres y antepasados.

La naturaleza intencionadamente pone nuestro ombligo ahí para que lo veamos cada día, como una señal o símbolo de que nuestros cuerpos están dados como un regalo. Literalmente vivimos de nuestra madre durante nueve meses, vivimos gracias a su alimentación y cuidados, y no hicimos absolutamente nada para merecerlo.

Por tanto, nosotros realmente no somos nada, somos el vacío, somos mu.


Del libro Réquiem por Nagasaki.