Arbeit Macht Fret

Cualquiera que haga una parada o visita a Berlín puede coincidir conmigo en que uno se va de ahí con muchas sensaciones nuevas. Unas agradables, y otras no tanto. Quien tenga un poco de interés por saber más de esa historia innombrable leerá mucho, pensará mucho, paseará como si fuese un ciudadano de aquella época. Se convertirá en una visita más bien íntima, personal. Esto es una parte de lo que me marcó esta ciudad.

Tras el muro pintado en sangre creo oir algo.
Una voz infantil parece salir, borrosa, correosa,
que me intenta recordar lo que no viví,
lo que no sufrí, pero que aparece con dolor
en mi presente y su ayer.

"Es difícil", me dice. "Cuando algo no acaba bien
es imposible salir en pie.
Mi voz ronca me delata, y ya no sé hablar,
me han quitado la libertad, y no puedo respirar..."

Que esto no ocurra de nuevo
Que el dolor no supere lo indecible
Que la humanidad baste para entendernos
...que el mundo sea libre.

Y sí, "El trabajo hace libre", eso nos decían.
¿Qué ibamos a saber? Lo único que queríamos era volver.
Pero mejor no saber, para no ver. Por primera vez mi madre me dijo,
"agárrate a la ignorancia, hijo, sólo así podrás crecer".

Que esto no ocurra de nuevo.
Que el dolor no supere lo indecible.
Que la humanidad baste para entendernos
...que el mundo sea libre.

Mucho despúes aquí me ves, detrás de esta firme pared...
sigo siendo un niño.
No vuelvas a cometer el mismo error
y escucha a tu corazón.
No te dejes dominar por el control,
pero lo más importante,
no te olvides de ser persona.

Que esto no ocurra de nuevo.
Que el dolor no supere lo indecible.
Que la humanidad baste para entendernos
...que el mundo sea libre.




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