y en su poder la decisión de agarrarme a la mañana.
Dejo que me robes,
que me atraques si tengo algo valioso,
a ver qué es lo que sacas de mí.
Tiento a la suerte, me muevo como un papel volado.
Ando a ras del suelo, me intoxico con tu polvo, me mojo, me arrugo, me encojo.
No me quiero proteger, ya ves que no me escondo.
Ojos sin genio, sonrisa drogada, uñas limadas.
Ausencia y carencia.
Llueve por nada,
me empapo por todo.
Soy como tú, papel volado y húmedo,
que no se puede escribir en mí.
No busco ni encuentro,
que ocurra lo que diga la mañana.
No busco ni encuentro,
que ocurra lo que diga la mañana.